Bienvenid@s un jueves más a Twin&Chic Sustainability Journal!
En esta sexta entrega de nuestro Sustainability Journal nuestra «Guest Editor» nos hablará sobre la circularidad en retail: el caso de Green Pea.
LUIS LARA
External Advisor de KPMG para proyectos de Deal Advisory, Senior Advisor de Kapita,
profesor asociado de ISEM Fashion Business School y consejero de Twin & Chic.
Luis Lara ha trabajado más de 20 años en el sector de la moda, desempeñando diferentes responsabilidades directivas en Marks&Spencer, Disney, Inditex (donde fue Director Internacional), o Pronovias (Director General de su división retail).
Posteriormente, creó su propia empresa de consultoría Retalent, desde la que ha ayudado a diferentes empresas de retail y moda en el desarrollo internacional.
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Esperamos que disfrutéis de nuestro sexto post.
Gracias por ser parte del cambio, juntos trabajamos por un futuro mejor.
#futureisforourchildren
Todo, absolutamente todo en nuestro día a día tiene un impacto social y ambiental. Desde la ropa que usamos hasta lo que comemos o cualquier producto o servicio que compramos sea cual sea el punto de la plataforma (física o digital) que elijamos. La sostenibilidad, por tanto, debe está en el corazón de la cultura de las marcas como parte de sus valores y objetivos medioambientales. Cada vez son más las empresas y comercios que tienen objetivos cero emisiones y apuestan por incorporar el diseño circular del retail en todo el circuito, físico y digital, de su interacción con sus clientes.
La forma de aterrizarla en sus plataformas de retail es a través de la economía circular. Incorporar, por ejemplo, la economía circular en el diseño de las tiendas implica tener por objetivo que sean sostenibles no solo a nivel operativo sino también desde su concepción y construcción, mediante el ecodiseño. La circularidad, como concepto, se lleva tiempo asociando únicamente con la sostenibilidad ambiental, pero se puede aplicar con un sentido más amplio. Según la Fundación Ellen MacArthur: “Una economía circular se basa en los principios de eliminar los desechos y la contaminación, mantener los productos y materiales en uso y regenerar los sistemas naturales”. La idea es que, en una economía circular, lo que se consume (energía, recursos, materiales) finalmente se reutilice, recicle o devuelva al medio ambiente de manera renovable, disponible para su uso por las generaciones venideras.
En relación con todo esto, me gusta muchísimo Green Pea, un nuevo espacio comercial ubicado en Turín (Italia) en el mítico Lingotto (antigua fábrica de Fiat) que alberga en sus 5 plantas y 15.000 metros cuadrados sólo productos sostenibles relacionados con la decoración, la moda, el ocio o el interiorismo, pero también con la energía, la movilidad o la gastronomía, creados en armonía con la naturaleza.
El edificio está concebido como un organismo natural con más de 2.000 árboles y plantas con una estructura de acero, hierro y vidrio que puede ser completamente desmantelada. Su madera proviene de los bosques de las áreas de Val Di Fiemme y Belluno, destruidos durante una fuerte tormenta en 2018, mientras que los suelos están hechos con madera reciclada de los valles de Cuneo. El edificio está pintado con Airlite, una pintura que reduce la contaminación del aire en un 88% y mata las bacterias en un 99,9%. Además, prácticamente la totalidad de su agua caliente es generada por una planta geotérmica y casi el 90% de la energía eléctrica que utiliza para iluminación proviene de fuentes renovables fotovoltaicas.
En este gran proyecto han optado por trabajar con empresas pequeñas que querían comenzar a innovar en sus prácticas constructivas y que Green Pea supusiera un cambio total en la forma de trabajar que sirviera de prueba para venderlo en otros proyectos y seguir creciendo.
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