SUSTAINABILITY JOURNAL – DELIA GARCÍA GÓMEZ

SUSTAINABILITY JOURNAL – DELIA GARCÍA GÓMEZ

Bienvenid@s un jueves más a Twin&Chic Sustainability Journal!

En esta quinta entrega de nuestro Sustainability Journal nuestra «Guest Editor» nos hablará sobre la transformación circular del sector textil.

DELIA GARCÍA GÓMEZ

Directora de Sostenibilidad de El Corte Inglés.

Esperamos que disfrutéis de nuestro quinto post.

Gracias por ser parte del cambio, juntos trabajamos por un futuro mejor.

#futureisforourchildren


Tenemos un asombroso reto por delante: conseguir que la industria pase de un modelo de crecimiento lineal a un modelo de transformación circular

La Unión Europea produce cada año unos 8 millones de toneladas de residuos textiles. Ropa usada, pero también sábanas, alfombras, colchas, tapicería y un largo etcétera. Menos de un 20% de esa cantidad se recupera de alguna forma. El resto termina en vertederos o se incinera.

La nueva Directiva Europea ((EU) 2018/851) por la que se modifica la Directiva 2008/98/CE y que se traspone al ordenamiento jurídico español a través de la Ley de Residuos y Suelos Contaminados obliga a los Estados Miembros a empezar la recogida selectiva de residuos textiles antes del 1 de enero de 2025, y al establecimiento de unos objetivos relativos a la preparación para la reutilización y al reciclado de estos residuos. Esto supondrá un impacto para toda la cadena de valor textil, pues será necesario que las empresas diseñen sus productos para contener material reciclado y, aún más importante, para permitir su reintroducción en el ciclo productivo.

El sector de la moda lleva años incursionando tímidamente en la economía circular y regenerativa, pero es ahora cuando el incremento de la demanda de estos productos más sostenibles y respetuosos con el planeta se ha colado en los planes estratégicos de empresas e instituciones para la transformación de la industria de la moda con plazos e hitos concretos que dejan poco margen para una necesaria acción conjunta.

Si bien el sector está trabajando en un modelo de RAP[1], el textil necesita además diversificar sus fuentes de materia para hacer frente al reto, dado que la industria textil tiene un elevado impacto sobre el cambio climático, pero también sobre la protección de los océanos y la biodiversidad terrestre. El uso de la tierra para el cultivo del algodón, por ejemplo, supone grandes desafíos.

[1] Responsabilidad Ampliada del Productor

Un reto socioeconómico

Menos de un 1% del material que se emplea en la fabricación de ropa a nivel mundial se recicla y se usa para confeccionar nuevas prendas según el estudio de Circular Fibres Initiative (es el denominado upcycling o suprarreciclaje), lo cual supone una pérdida anual de más de 100.000 millones de dólares en materiales – Y es que cuando hablamos de economía circular, estamos hablando de ECONOMÍA, que recordemos, empieza con la misma raíz de origen griego que la palabra ECOLOGÍA (Oikos = casa).

 

El verdadero reto es por tanto entender y evaluar la circularidad de los materiales, recursos, productos y modelos de negocio para poder gozar de una economía saludable que imite el ciclo de la naturaleza y no utilice más recursos de los que es capaz de generar. Así, desde modelos de alquiler y leasing hasta el reciclaje de las propias fibras, la circularidad es una prioridad esencial para la supervivencia de la industria de la moda.

 

No se trata de ninguna quimera, pero eso sí, sólo será posible si empresas, gobiernos, investigadores y consumidores remamos en la misma dirección, puesto que una de las principales barreras con las que se encuentra el sector hoy en día es la falta de escalado de soluciones.

Otras barreras son la falta de conocimiento aplicado del ecodiseño y la fractura entre diferentes actores del entramado textil así como con otros sectores auxiliares, como el químico.

La buena noticia

La moda se está dando por primera vez la mano. Las marcas están trabajando en alianzas estratégicas tanto a nivel internacional como el Pacto de la Moda o la iniciativa Make Fashion Circular de la Fundación Ellen MacArthur, como a nivel nacional con el Foro Social de la Moda o los diversos grupos de trabajo sobre el SCRAP[2] Textil, entre otros.

Sin embargo, todos los actores deben implicarse. Más de un 97% del entramado empresarial español del sector textil y confección son pymes, según datos del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. Si bien las grandes empresas son tractoras de esta necesaria transformación circular, son las pymes las que llevan el peso de la misma. Muchas de estas pymes tienen ya un alto conocimiento de la circularidad pues lo llevan haciendo décadas sin ponerle nombre, y existen además guías y metodologías específicas como la guía de economía circular “de la Estrategia a la Acción” de WAS especialmente dirigida a pymes y microempresas que quieran emprender el viaje.

La recuperación económica en la época postcovid y el futuro del ser humano en el planeta pasa necesariamente por aplicar la circularidad a la industria de la moda, transformando todo el modelo sin dejar a nadie atrás para hacerlo más eficiente, más sostenible, más resiliente y más justo.

[2] SCRAP = Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor

 


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