SUSTAINABILITY JOURNAL – PILAR PRIOR

SUSTAINABILITY JOURNAL – PILAR PRIOR

Bienvenid@s de nuevo a Twin&Chic Sustainability Journal!

En esta segunda entrega de nuestro Sustainability Journal nuestra «Guest Editor» nos hablará sobre Transparencia y Trazabilidad.

PILAR PRIOR

Global Head de Responsabilidad Social Corporativa y Sostenibilidad grupo Pepe Jeans

Pilar lleva más de 20 años en el sector de la moda, y cuenta con experiencia en las áreas de Calidad y Responsabilidad Social Corporativa coordinando equipos técnicos y gestionando la cadena de suministro tanto en el área social como en la de seguridad de producto, impacto ambiental y legislación internacional.

Esperamos que disfrutéis de nuestro segundo post.

Gracias por ser parte del cambio, juntos trabajaremos por un futuro mejor.

#futureisforourchildren


Cuando hablamos de Sostenibilidad Corporativa y su aplicación en las compañías de moda, términos como la transparencia y la trazabilidad han pasado a ser un “deber” en los últimos años.

La trazabilidad, según la definición del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, es la capacidad de identificar y rastrear la historia, distribución, ubicación y aplicación de productos, piezas y materiales para garantizar la fiabilidad de las afirmaciones de sostenibilidad en las áreas de derechos humanos, trabajo (incluida la salud y la seguridad) el medio ambiente y la lucha contra la corrupción.

La trazabilidad es una herramienta invaluable para impulsar un tremendo progreso y mejorar la sostenibilidad de la cadena de suministro, uno de los grandes focos de riesgo tanto sociales como medioambientales de la industria textil. Es además una evidencia de las buenas prácticas de las compañías, valoradas por los inversores, las entidades financieras y sobre todo por los consumidores ante su creciente exigencia de productos sostenibles.

Podemos enumerar sus beneficios englobándolos en cuatro áreas importantes:

  • La trazabilidad crea valor, reduciendo el riesgo en las operaciones, asegurando el suministro ante cualquier contingencia, mejorando la selección de proveedores y beneficiando la reputación de las compañías.
  • Es una herramienta de comunicación con los grupos de interés en su demanda de más información del producto y para asegurar que las afirmaciones de sostenibilidad de las marcas de moda son verdaderas.
  • Asegura el cumplimiento legislativo de las compañías.
  • Ayuda a globalizar respuestas sectoriales con asociaciones en proyectos de estandarización de procesos y sistemas y garantizando la seguridad y el suministro de recursos naturales.

Comenzar la ruta de la trazabilidad requiere tenacidad para rastrear la cadena de valor, una cadena opaca y muy atomizada, compuesta de miles de pequeñas unidades de producción para distintos procesos en más de 100 países en todo el mundo y donde en muchos casos se pueden encontrar altos niveles de inconformidad.

El primer paso de la ruta empieza con el “mapeo” de todos los proveedores y el rastreo de los productos y el origen de la materia prima hasta donde sea posible. Una vez rastreada la cadena, es el momento de analizar los riesgos teniendo en cuenta el ciclo de vida completo de producto: producción de la propia materia prima, su procesamiento, uso y fin de vida.

Crear un “business case” con políticas internas y con los recursos necesarios será el siguiente paso, estudiando la diligencia de los competidores y las herramientas del mercado para crear la estrategia necesaria y las herramientas a usar.

Con la estrategia creada, es el momento de marcar objetivos de trazabilidad y transparencia en los productos básicos de la compañía como primer objetivo y asegurar el compromiso de la alta dirección y los departamentos involucrados en producto y adquisiciones de todo tipo. Esto incluye financiar iniciativas ya existentes como BCI, FSC, o Fairtrade e incluir las certificaciones tipo GOTS, OCS o GRS en los productos.

Para obtener éxito, será imprescindible el compromiso con los proveedores, compartirles los objetivos y ayudarles a cumplir con los requisitos, así como educarlos sobre el esquema de trazabilidad y sus responsabilidades.

En cuanto a la transparencia, ésta se refiere a la estrategia de divulgar la información de la cadena de suministro y el abastecimiento a las partes interesadas. Para ello habrá que definir los datos sobre los que va a ser transparente, a quién irá dirigida la información, con qué frecuencia se publicará y cuándo.

Ya hay compromisos sectoriales al respecto, como el Compromiso de Transparencia (Transparency pledge) creado en 2016 por Human Rights Watch (HRW) junto con otras ocho organizaciones de derechos humanos para abogar por la transparencia en las cadenas de suministro de moda e impulsar su divulgación. Este Compromiso es una acción voluntaria por parte de las empresas que ayuda a conocer cómo y dónde se fabrican los productos, las condiciones en las que están los empleados, etc.

En el informe de diciembre de 2019, Human Rights Watch (HRW) ya mencionaba que la transparencia en la industria de la moda se había triplicado desde 2016.

«La transparencia no es un remedio para los abusos de los derechos laborales, pero es fundamental para una empresa que se describe a sí misma como ética y sostenible», afirma en dicho informe la asesora legal sénior de la división de derechos de la mujer de Human Rights Watch, Aruna Kashyap. «Todas las marcas deberían adoptar la transparencia en sus cadenas de suministro, pero en última instancia se necesitan leyes que exijan esta transparencia y hagan obligatoria la implantación de prácticas fundamentales de derechos humanos». Y ya hay movimiento para legislarla en Europa.

En abril de 2020, el comisario europeo de Justicia Didier Reynders avanzó una iniciativa legislativa obligatoria para las empresas europeas de debida diligencia en materia de derechos humanos y medioambiente, y en agosto la Comisión Europea publicó una evaluación inicial del impacto de la iniciativa sobre debida diligencia y gobierno corporativo sostenible.

Esta iniciativa tiene como propósito reforzar el marco regulador para que las empresas se centren en la creación de valor sostenible a largo plazo mediante la reforma de las responsabilidades de los administradores y así, alinear mejor los intereses de las empresas, grupos de interés y la sociedad. La comisión ya ha abierto un proceso de consulta formal y según se prevé en la hoja de ruta se pretende regular la debida diligencia de los administradores a través de una directiva que se presentará durante el primer trimestre de 2021.

Ante el recelo de las compañías y de muchos profesionales a la transparencia y a divulgar su cadena de suministro, la regulación de la debida diligencia creará una obligación de cumplimiento a todas las compañías del sector europeo, necesaria para poner el foco en los derechos humanos de todos los trabajadores de la cadena y el impacto medioambiental de las operaciones. Las compañías se harán co-responsables de las consecuencias de sus operaciones, sí o sí.


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